La respiración funcional, también conocida como respiración natural, diafragmática o abdominal, es una técnica que se centra en respirar profunda y naturalmente utilizando el músculo diafragma. Este tipo de respiración se considera la forma más eficiente y eficaz de oxigenar el cuerpo, ya que permite una mayor entrada de oxígeno y una liberación más completa de dióxido de carbono. Practicar una respiración natural puede ayudar a mejorar la función pulmonar en general y fomentar una sensación de calma y relajación.
La respiración es un aspecto esencial del crecimiento espiritual, la conciencia corporal y la vitalidad. Al ser más conscientes de nuestra respiración, podemos conectar mejor con nuestro cuerpo y nuestro interior. Esta conexión más profunda nos permite acceder a nuestra sabiduría interior y comprender mejor nuestro verdadero yo. Además, se ha demostrado que respirar de forma más natural aumenta los niveles de energía, reduce el estrés y mejora la salud y el bienestar general. Es esencial para cualquiera que desee mejorar su bienestar espiritual, físico y emocional. La respiración funcional puede practicarse en cualquier momento y lugar, y es una forma sencilla y eficaz de mejorar la vitalidad y el bienestar generales.
La respiración es esencial para la vida, y a menudo se da por sentada. Podemos sobrevivir semanas sin comida y días sin agua, pero sólo podemos sobrevivir minutos sin aire. Nuestro estilo de vida moderno nos ha alejado de la respiración natural y nos ha llevado a un estado más reactivo, que crea un ciclo de estrés. Tendemos a respirar hacia el pecho, lo que pone a nuestro sistema nervioso en un estado constante de «lucha o huida».
La respiración natural se produce cuando respiramos profunda y naturalmente utilizando el músculo diafragma. Este tipo de respiración se considera la forma más eficiente y eficaz de oxigenar el cuerpo, ya que permite una mayor entrada de oxígeno y una liberación más completa de dióxido de carbono. Practicar la respiración natural puede ayudar a mejorar la función pulmonar general y promover una sensación de calma y relajación.
Piensa en lo que ocurre cuando te cogen por sorpresa o «te dan un susto», tu respiración se apodera de ti y «jadeas». Fíjese dónde se produce ese «jadeo», en última instancia una inhalación brusca en el pecho. Sus instintos de lucha o huida se han puesto en marcha, la adrenalina comienza a bombear y usted está listo para reaccionar.
Si observas a un bebé respirar podrás ser testigo de cómo es respirar de forma natural. Un bebé respirará desde el vientre en un estado de existencia pacífica. ¿En qué momento adoptamos el estilo más común de respirar hacia el pecho y, lo que quizá sea más importante, por qué?
La respiración funcional se inicia desde el vientre con cierto movimiento del diafragma. Esta forma de respirar nos pone en un estado de «reposo y digestión», con el sistema nervioso parasimpático activado. Se envían señales al cerebro de que estamos «seguros» y «descansando». Posteriormente, el cerebro envía señales similares al cuerpo. Puede intercambiar la palabra «señales» por «mensajes químicos», es decir, que algo está ocurriendo físicamente.
Por consiguiente, si respiramos hacia el pecho, nos encontramos en un estado de «lucha o huida», con el sistema nervioso simpático activado. Se envían señales al cerebro de que existe una amenaza potencial para la vida y debemos permanecer alerta y preparados para reaccionar. De nuevo, el cerebro envía señales similares al cuerpo y el ciclo continúa.
Ahora bien, puede parecer un poco exagerado hablar de «amenaza para la vida» si el estrés se debe simplemente a que ha sonado el teléfono o a que se ha quedado atrapado en un atasco, pero el ciclo de la respiración y las señales (o sustancias químicas) que se envían entre el cuerpo y el cerebro son los mismos, en distintos grados. El mensaje subyacente es que hay tensión. Tu cuerpo no puede esperar a decidir si el estrés pone en peligro tu vida o no. Si el cuerpo tuviera que depender del cerebro para obtener información y, mediante la deliberación, tomar la decisión de moverse o reaccionar, el león que corre detrás de los arbustos ya estaría encima de nosotros disfrutando de un almuerzo fresco.
Respirar naturalmente desde el vientre facilita el peristaltismo, que es la forma que tiene el cuerpo de mover los alimentos por el tubo digestivo y los intestinos.
De Patrick McKeown. Autor de The Oxygen Advantage: La técnica de respiración sencilla y científicamente probada que revolucionará su salud y su forma física.
La vida puede transformarse por completo adoptando una respiración natural que se fusione con el cuerpo interior y lleve la atención más al momento presente.
Con el cuerpo y la mente relajados, cualquier concentración en la respiración nos lleva hacia el interior y nos permite «escuchar» más al cuerpo que a la mente. La práctica de la meditación «agudizará» la escucha utilizando la concentración y la atención para indagar en las zonas corporales y abrir las emociones y los traumas que puedan estar almacenados.
También existen muchas otras prácticas de respiración que adoptan diferentes patrones y ejercicios respiratorios para inducir cambios en el cuerpo, la sangre y el cerebro, lo que da lugar a experiencias que van desde la energización del cuerpo hasta la liberación emocional y de traumas.
R: La respiración natural, también conocida como respiración diafragmática o abdominal, es una técnica que se centra en respirar profunda y naturalmente utilizando el músculo diafragma. Este tipo de respiración se considera la forma más eficiente y eficaz de oxigenar el cuerpo, ya que permite una mayor entrada de oxígeno y una liberación más completa de dióxido de carbono. Practicar la respiración natural puede ayudar a mejorar la función pulmonar general y promover una sensación de calma y relajación.
R: Para practicar la respiración natural, busca una posición cómoda, sentado o tumbado. Coloque una mano en el pecho y la otra en el abdomen. Inspire profundamente por la nariz, dejando que el abdomen se eleve a medida que llena los pulmones de aire. Exhale lentamente por la boca, dejando caer el abdomen al soltar el aire. Repite este proceso varias veces, concentrándote en la sensación de tu respiración y en el movimiento de tu abdomen.
R: La respiración natural tiene muchos beneficios, entre ellos: reducir el estrés y la ansiedad, mejorar la función pulmonar, aumentar los niveles de energía, mejorar la salud y el bienestar general y promover una sensación de calma y relajación. Además, la respiración natural puede ayudarte a conectar con tu interior y fomentar el crecimiento espiritual.
R: El tiempo que practiques la respiración natural depende de ti. Empieza con unos minutos y ve aumentando gradualmente a medida que te sientas más cómodo con la técnica. Muchas personas descubren que practicar la respiración natural durante 5-10 minutos al día puede tener un impacto positivo en su bienestar general.
R: Sí, la respiración natural puede ayudar a reducir la ansiedad y el estrés al favorecer la relajación y calmar el sistema nervioso.
R: Sí, la respiración natural puede ayudar a mejorar el sueño al favorecer la relajación y reducir el estrés y la ansiedad.
R: La respiración natural puede ayudar al crecimiento espiritual al fomentar la atención plena y conectar con el ser interior. Esta conexión más profunda le permite acceder a su sabiduría interior y obtener una mayor comprensión de su verdadero yo.
R: Aunque la respiración natural en sí misma no conduce directamente a la pérdida de peso, puede mejorar la salud y el bienestar general, lo que puede contribuir a la pérdida de peso como efecto secundario.
R: Sí, la respiración natural puede ayudar con la depresión al promover la relajación, reducir el estrés y la ansiedad, y mejorar la salud y el bienestar general.
R: La frecuencia con la que practiques la respiración natural depende de ti. Algunas personas descubren que practicar la respiración natural varias veces al día puede tener un impacto positivo en su bienestar general. Es importante que escuches a tu cuerpo y encuentres un ritmo que te funcione.